Blog de Javier Barbarán

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Bruselas

Debido a una reunión en la Comisión Europea para la revisión de un proyecto de investigación europeo en el que trabajé (llamado SMEPP), tuve la oportunidad de visitar (de forma breve) Bruselas, en Bégica.

Me alojé en un hotel situado en el distrito de financiero de Bruselas. Su ubicación es bastante buena, estando bastante cerca de la estación Gare du Nord, y a un paseo agradable del centro histório (de la Grand Place).

En esa visita, y durante la reunión, que se llevó a cabo en unas oficinas de la Comisión Europea, pude comprobar el estilo de vida de Bruselas, en el que, como en la mayoría de centro europa, se almuerza a las 12, y es muy típico que sea un sandwich con ensalada o sopa para tomarlo, si hay algo de sol, en el parque mas cercano al puesto de trabajo.

Fue un viaje muy enriquecedor en todos los aspectos. Desde el punto de vista profesional, el hecho de asistir a una de las revisiones del proyecto en el que trabajaba en las oficinas de la comisión europea, fue toda una experiencia y que permite darte la perspectiva de estar trabajando en un proyecto de importancia, a nivel europeo. Para mí, un detalle tan simple como el tener la acreditación temporal, para poder acceder al recinto, ya fue en si mismo una experiencia. Del mismo modo, durante todo el proyecto, conocí el proceso de desarrollo, en el que estaba inmerso, junto con las evaluaciones periódicas por parte de la comisión, lo cual me hizo crecer como ingeniero.

Desde el punto de vista personal, este viaje me dió la posibilidad de poder visitar la capital Europea. Aunque la visita fue efímera, si que me dió tiempo para visitar los lugares que no te puedes perder, por muy fugaz que sea la visita.

No podía faltar la Grand-Place, un lugar carismático de la ciudad, que no necesita presentación. Una vez dentro de la plaza, mires donde mires, encuentras monumentos históricos, que impresionan. Como la mayoría del tiempo, durante mi visita, la plaza estaba llena de gente, en el que se podía adivinar el trasiego de los ciudadanos de Bruselas, de camino a sus trabajos, casas o quehaceres diarios, mezclado con los turistas como yo, que tomabamos la plaza en su gran mayoría, todo, eso sí, con cámaras de fotos en mano.

Una vez en el centro, es facil perderse en las calles cercanas a la Grand Place, en busca del famoso Manneken Pis. Afortunadamente, en las calles aledañas hay señales que simplifican su búsqueda.

Durante mi busqueda pude encontrar multitud de tiendas de productos típicos, tales como gofres, y del famosisimo chocolate belga, de las más exclusivas, como Godiva a tiendas mas de barrios donde se ofrecen probar la deliciosa fuente de chocolate.

Después de un agradable paseo por las calles del centro, y después de probar algun bombón de delicioso chocolate belga y hacer algunas compras, pude encontrar el famoso monumento Manneken Pis.

En esta ocasión, el niño estaba al natural, sin ningún traje ni disfraz. Ya que al parecer es muy típico que lo vistan de trajes típicos, debido a celebraciones locales y otros eventos.

Me costó un poco pero conseguí hacer una foto sin sacar ninguna cabeza de ningún turista!

Durante el paseo por el centro pude ver una estatua de bronce, de un Cristo, en su momento no tenía ni idea de que era, después la busqué en Internet y resulta que es el Cristo Everard Serclaes. Junto a la estatua había un goteo incesante de turistas tomando fotos, y tocando el brazo del Cristo, que al parecer da suerte.

Continué en mi paseo hasta que llegué a unos jardines que, en el momento de mi visita no sabía su nombre (lo malo de no tener una guía de viaje), pero que despues descubrí que son los jardines Mont des Arts. Un lugar muy recomendable, no solo por los jardines en sí, sino por las magnificas vistas que se obtienen de la ciudad.

No podía dejar Bruselas sin probar una cerveza típica de allí, asi que de camino al hotel paré en la terraza de una cervecería donde pude disfrutar de una Duvel, con los últimos rayos del sol del día.

Como puedes ver, me dejé un monton de sitios por visitar en la capital Belga, pero es lo que pude visitar en el tiempo que tuve disponible antes de mi vuelta. Por tanto, una buena razon para volver algun día, para visitar el Atomium, entre otros tantos sitios que no he podido en esta ocasión.

Os recomiendo su visita, ya que la ciudad es espectacular, a lo que hay que añadir su excelente ubicación, con otras ciudades europeas muy famosas a tiro de piedra, como son Brujas, Gante, Amberes, Lieja entre otras.



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